sábado, 14 de julio de 2012

emma stone



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El mundo conoció a Emma Stone, sus felinos ojos verdes y esa voz seductora y rasposa hace apenas cinco años. Fue en Super cool,modesta comedia sobre tres amigos que se proponen perder la virginidad antes de salir del colegio y que se convertiría en la gran película teenager de los últimos años. Allí, Stone interpretaba a la chica que el regordete personaje de Jonah Hill intentaba seducir. No se supo si el muchacho lo logró (antes, de borracho en una fiesta, casualmente le pegaba un cabezazo monumental), pero quedaba la sensación de que eventualmente podría haberla conquistado. Que la simpática Jules -así se llamaba su personaje- era de esas chicas lindas pero normales, lejos de la belleza deslumbrante e intimidante de, por ejemplo, una estrella de las cheerleaders o una candidata a modelo.
Aquel personaje secundario sería clave para todo lo que vino. La marcó en detalles, como que todos piensen que es naturalmente pelirroja cuando en verdad es rubia (fue el productor deSuper cool, Judd Apatow, quien le pidió ese color) y en aspectos más trascendentales, como haberle pavimentado el camino para las 14 producciones que haría después. Una cifra escandalosa tratándose de apenas un lustro y prueba de que la carrera de esta nativa de Arizona no ha hecho otra cosa que ascender.

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